Wednesday, 22 December 2010

EL ENCANTO INEFABLE DE LO FALSO

“la atribución errónea o autenticidad dudosa de una obra no se percibe hoy, necesariamente, como una estafa o engaño sino que representa un cambio eminente en el discurso sobre el arte y su lenguaje”

Con los precios astronómicos a los que llegarían a cotizarse las obras de los grandes artistas, una pintura renacentista por £60.000 parecería toda una ganga. Ciertamente hubiera sido un éxito, si Portrait of a Man with Skull[1] no hubiera resultado siendo una atribución errónea a Hans Holbein the Younger. Pero dando cara a sus equivocaciones y después de más de un siglo y medio de hacerse una colección de obras con autenticidad controvertida, el National Gallery de Londres puso su otra mejilla y montó una inusual exposición.

En “Close Examination: Fakes, Mistakes and Discoveries”, el cuarto museo más visitado del mundo revela, sin censuras, las más sorprendentes historias detrás de la autenticidad de algunas obras de su colección. Una colaboración entre las ciencias aplicadas y los expertos de arte anunció, por ejemplo, que The Virgin and Child with an Angel adquirida en 1924 como un Francesco Francia, resultó siendo una copia de segunda mitad del siglo XIX: “The re-use of an old wood panel and the meticulously applied “cracks” suggest that it was made with deliberate attempt to deceive[2].

Hay indicios de una nueva tendencia; percibir el valor de “lo falso” sin el desprecio social que recae sobre él. Hasta hace un año, por ejemplo, El Museo del Prado se enorgullecía de poseer El Coloso de Goya. Pero la pintura es presuntamente de su aprendiz, Asensio Juliá, un pintor poco investigado en España y completamente desconocido para el resto del mundo. Ciertamente Napoleón tenía razón cuando expresó que “History is a myth that men agree to believe” y nosotros pareciéramos justificarlo al permitirnos apreciar la imitación sin emitir juicios de valor, lo que evidentemente, es un terreno ya conquistado por la moda.

El Prado, luego de una larga y deliberada omisión, hizo público su veredicto al que, no obstante, los investigadores habían llegado hace ya varios años. El momento era propicio pues lo substancial, para esta época, no es desgastarse en debates morales sobre la autenticidad dudosa de una u otra obra sino, en contraste, destacar el valor que culturalmente tiene destapar su condición. Coherentemente, El Coloso no se retiró a los depósitos de la mundialmente reconocida pinacoteca sino que se mantuvo en su colección permanente, actualmente en una sala contigua a las Pinturas Negras y los Fusilamientos de Mayo de Goya. ¿Será que estamos reemplazando mitos?

Lo cierto es que “National Gallery to put its fakes and forgeries on show[3] era un titular impensable antes del siglo XXI, y en cambio ahora el National Gallery se monta una estupenda exposición con sus controvertidas obras mientras el Museo del Prado se confiesa con su Coloso. Se acabaron los rumores y escándalos. Ahora, todos muy felices confirman que ¡sus colecciones tienen obras falsas! Es un cambio de actitud.

El panorama es el siguiente. Se estima que el 50% de las obras que circulan en el mercado son falsas y que la autenticidad dudosa es el motivo más común para que una casa de subastas rechace una. Adicionalmente, no es secreto para nadie que las colecciones están inundadas de falsos tanto así que en Francia hay un dicho genial: “Corot painted 2,000 canvases, 5,000 of which are in America”.

Pero desde otra perspectiva, una más contemporánea quizás, lamentos como el del art dealer norteamericano D.A Hoogendijk durante el juicio al holandés Han Van Meegeren, Now that I look around this courtroom and see all these paintings together, I don't understand how I could ever have believed them to be Vermeers, estarán pronto tan fuera de temporada como los leggings en el verano 2010[4]: "it's just that it isn't projecting a cutting-edge look any more"[5].

La provenance tradicional también esta bajo la lupa pues aunque no es garantía de autenticidad, puede incrementar el valor de una obra en un 50%. La ascendencia de The Painter´s Father[6] de Durero, por ejemplo, es exquisita. Fue un regalo de la Ciudad de Nuremberg al Rey Carlos I que eventualmente terminó en la colección del National Gallery. El único inconveniente es que recientemente descubrieron que no es un original sino una copia de segunda mitad del siglo XVI. ¿Podría un escenario nuevo conciliar el conflicto entre la desvalorización de una obra por engaño y su valorización por provenance?

Los modos de percepción avant-garde se ven con más claridad en el ocaso de los paradigmas estéticos dominantes. Como un urinario, que acostado sobre su espalda y firmado 'R. Mutt 1917', se convierte en el emblema de la Historia del Arte Moderno legitimándose como obra de arte al ingresar a varias colecciones reconocidas como Tate Modern y Centre Georges Pompidou. El efecto sobre su valor comercial es que el mismo urinario se tase incluso en £816,000. Una vez operando en el mundo jerárquico del arte, el mercado tiene la estupenda capacidad de valorizar hasta la mierda[7].

Es posible, por lo tanto, que la obra de Asensio Juliá se vuelva más interesante para el mercado, incluso si el Coloso se desvalorizara comercialmente por haber salido del catálogo de Goya. Su valor agregado radica en que su presunto Coloso haya sido confundido durante decenas de años con un Goya. Sin embargo, para el Museo español, el efecto sobre el valor comercial de su patrimonio no tiene mayor relevancia en la actualidad. Su responsabilidad no es con el mercado sino con la conservación, investigación y difusión de su colección. No obstante, es una gran oportunidad para la Casa de Subastas Alcalá, como quizás era presumible. Naufragio, atribuido a Asensio Juliá, será subastada en su próxima sesión de Octubre[8].

Lo que queda claro es que la atribución errónea o autenticidad dudosa de una obra no se percibe hoy, necesariamente, como una estafa o engaño sino que representa un cambio eminente en el discurso sobre el arte y su lenguaje. ¿Podríamos entonces predecir un mercado legitimo de falsificaciones? Ciertamente lo tienen todo. Desde una distinguida provenance hasta un astuto virtuosismo. Adicionalmente, un gran “WOW Factor” que le da su polémica historia y escandalosa biografía. Poseer una “copia-maestra” que engañó desde expertos hasta monarcas tiene, indudablemente, su atractivo.

Además, no suena realmente tan descabellado que un coleccionista, que la revista Forbes haya calificado como billonario, deje pasar un Poussin original para pujar, en cambio, por un Poussin originalmente pintado por el hábil copista romano Angelo Carosselli. Después de todo, los públicos buscan retos y el mercado tiene que ofrecerles novedosos productos. Por lo demás, el mercado del arte tiene pinta de ser un gran absurdo y si el cadáver de un tiburón en formol ostenta los $12 millones, ¿no parecería apenas sensato impulsar un segmento de mercado legitimo para las muchas copias maestras que hoy circulan por el mundo?



[1] En 1845, La Nacional Gallery adquirió la obra por la suma de £630 que según el Inflation Calculator del Banco de Inglaterra es equivalente a un poco menos de £60.000 en 2009.

[2] Marjorie E. Wieseman, A Closer Look, Deceptions & Discoveries, (London: National Gallery Company Limited, 2010), 41.

[3] Stephen Adams, “National Gallery to put its fakes and forgeries on show”, The Telegraph, July 22, 2009, accessed September 20, 2010,

http://www.telegraph.co.uk/travel/artsandculture/5879056/National-Gallery-to-put-its-fakes-and-forgeries-on-show.html

[4]Emine Saner, “Leggings are over? Say it ain't so!”, The Guardian, June 21, 2010, accessed September 27, 2010, http://www.guardian.co.uk/lifeandstyle/2010/jun/21/leggings-are-over

[5]Ibid.

[6] “The Painter´s Father”, accessed, October 4, 2010,

http://www.nationalgallery.org.uk/paintings/research/the-painters-father

[7] Sotheby´s subastó Merda D´Art de Piero Manzoni por 97,250 GBP en la sesión de Otoño de 2008.

[8] “Subastas Alcala: Catalogo”, accessed, October 4, 2010, http://www.alcalasubastas.es/Detalle.aspx?RecordId=931902

Thursday, 8 July 2010

Modelos para armar

Publicado en El Nuevo Siglo
http://elnuevosiglo.com.co/magazines/arte-a-estilo/7507-modelos-para-armar.html



En Madrid la temperatura ya alcanza los 35º. Es sofocante. Admiro a los turistas que llegan en esta temporada a la capital española. Más si han caminado mucho bajo el sol cuasi africano debido a las huelgas de Metro que tienen la ciudad colapsada. El short y el tradicional abanico sirven para nada. Es apenas creíble que a sólo tres horas en bus haya una ciudad con un clima más benevolente. En León por lo menos ventea en la tarde y refresca en la noche.

El sábado pasado, un grupo de “profesionales del arte” nos pusimos cita allá para visitar la exposición Modelos para Armar, Pensar en Latinoamérica desde la Colección MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León) curada por Agustín Pérez Rubio, María Inés Rodríguez y Octavio Zaya. Y pasar un buen rato claro está. En el arte pasa mucho que se está trabajando cuando pareciera que se está vagando.

En el paseo en bus venía acompañada por mi amigo, el crítico colombiano Carlos Jiménez. Razonábamos, sin finalidad más que el entretenimiento, el límite sutil entre el cinismo y la ingenuidad aplicado a los artistas del arte contemporáneo… especialmente las mujeres. Y hablamos de lo aburrido que está Esfera Pública en estos días. Claro, eso porque todavía Tania Bruguera no había dado potestad a los colombianos para firmar en su nombre la protesta contra la Tate y BP argumentando fallos en su conexión de Internet. Luego retomamos el tema del cinismo vs. ingenuidad…

El fin de semana estaba garantizado. Hasta había concierto de Aterciopelados al aire libre. Pero comenzaron a caer unas gotas de lluvia del tamaño de canicas. Así que lo aplazaron unas horas mientras instalaban los equipos adentro del museo. Como era obvio, al segundo de haber sido tomada la decisión el cielo volvió a su habitual celeste y las nubes de gris ratón a blanco algodón. Yo igual me perdí el concierto porque decidieron comenzarlo a la hora y lugar original y para ese momento ya estaba cenando en un restaurante donde ni bien me fue.

Pero una vez digerida la lasaña de verduras (¿es tan difícil preparar una?) y el hecho de haberme perdido el concierto tengo algo que decir: tremenda exposición. Había de todo ahí. Raimond Chaves, Alexander Apostol, Caio Reisewitz y Rosângela Rennó, Teresa Margolles, Dr Lakra y casi cincuenta artistas más.

Mis favoritos: Biografía del colombiano Oscar Muñoz, cinco proyecciones verticales de retratos hechos de carbón sobre agua que desaparecen por el desagüe. Además el artista expone actualmente en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes dentro del marco del festival Photoespaña 2010. En una sala oscura, la sublime “maqueta” De Cómo La Tierra Se Quiere Parecer al Cielo, realizado por el cubano Carlos Garaicoa, un fabuloso mapa de una ciudad y cielo al tiempo. Y por supuesto Sin Título, seis fotografías de la fallecida Ana Mendieta, que registran la acción de la cubana presionando su rostro contra una superficie transparente.

Wednesday, 24 March 2010

ESCRIBIR CON VALOR, ESCRIBIR CON TALENTO Sobre La otra vida de Catherine Millet.

Un ejemplo de publicidad engañosa puede ser las solapas y contracubiertas de los libros. Especialmente cuando los autodenominados expertos del siglo XXI de literatura son los medios de comunicación masivos que firman comentarios habitualmente exagerados que revelan intenciones puramente promocionales: “Hacer un libro subversivo parece, ahora, imposible y, pese a eso, el de Millet lo es. Después de Sade, se hubiera podido decir que nadie podía hacerlo mejor”.

Esta sentencia esta consignada en la solapa de “Celos” la reciente publicación de Catherine Millet, critica de arte de origen francés y directora de la revista mensual de arte contemporáneo Art Press. A pesar del tono un tanto desproporcionado del comentario, la conexión de su autora con el mundo del arte me animó a echarle un vistazo a su contracubierta con la intención de motivarme a adquirirlo, hecho que ocurrió tras leer la cita de Le Nouvel Observateur: “Escrito en una lengua muy hermosa, cuya claridad elegancia y matices evocan en algunos pasajes Las cartas de amor a la monja portuguesa o Las relaciones peligrosas. Celos explora de manera harto original una enfermedad intemporal y universal”.

Inmediatamente hice la fila, compré el libro y mientras leía el renglón que daba inicio a la narrativa, sentía mi entusiasmo aumentar con la idea de que Pierre Chordelos de Laclos había reencarnado en una mujer contemporánea, esta vez curadora y crítica de arte llamada Catherine Millet. A continuación, la reflexión pos lectura: Celos no esta lejos de ser la sofisticada literatura del escritor y militar dieciochesco. Para derrota de la autora y pesar del lector, Celos y las Amistades Peligrosas son coordenadas diametralmente opuestas; son antípodas en el mundo de la Literatura.

Lo de Millet es un libro colmado de alardes expresados en un lenguaje lleno de tropiezos y convencionalismos y reflexiones banales que Millet considera trascendentales para los lectores –su estrategia es convencer al lector, con tono de sobreestimación personal, del gran contenido intelectual incluido en sus páginas. Celos, además de tener pinta de ser un mecanismo compensatorio a una situación de inferioridad, es básicamente un cuerpo de más de 200 hojas pesadas de pretensión.

Ahora, luego de haber leído su libro me pregunto si es realmente necesario utilizar calificativos rimbombantes para referirse a una obra literaria y asegurar su venta arriesgándose a que el lector descifre, no siempre con mucha dificultad, que la tendencia a la grandilocuencia no es más que la glamurosa trampa del juego comercial al que imprudentemente le apuestan las editoriales en el afán de asegurar la salida de su mercancía de los mostradores. En Celos, hasta Mario Vargas Llosa participa en la feria del elogio: “Un libro inteligente y valeroso”. ¿Pero quién dijo que el valor era suficiente para hacer buena literatura?